viernes, 17 de mayo de 2013

La Fuerza de Tina (a partir de los 4 años de edad)


                                     
Había una vez, en un hermoso y cálido lugar .Una trabajadora arañita, llamada TINA , vivía con sus tres hijas TAMI,TATI Y TITA.
Vivían, felices en su querida tela de araña es decir su hogar. Las pequeñas amaban aquel lugar; mamá lo había tejido con mucho esfuerzo. Cada una de las arañitas tenía su rincón propio con las cosas que más les gustaban, además allí podían jugar. Su juego preferido era la mancha porque todas eran muy habilidosas con sus patas largas y delgadas. Se pasaban todo el día corriendo de un lado a otro. Eran incansables.
Todo era bonito y armonioso, en aquel lugar las arañitas disfrutaban aquello, el hogar que tenían y el amor de mamá.

Pero…una mañana cuando el sol entraba por la ventana, una figura tapó aquella luz,  todo oscureció. Golpeaban fuertemente la puerta, Tina corrió a abrir, encontró  allí una enorme  araña macho, su nombre era Timoteo. No era amistoso sino bruto y descortés. Les ordenó que abandonaran el lugar, pues había llegado desde muy lejos y necesitaba un hogar. La casa de Tina y sus hijas le gustaba así que quería que fuera de su propiedad
Tina no se dio por vencida fácilmente. No iba a dejar lo que tanto sacrificio le había costado, además ¿Dónde iba a cobijar a sus pequeñas?
Timoteo, siguió insistiendo. Día tras día venía a fastidiarlas para que abandonaran ese cálido lugar.
Llegaba siempre con tono amenazador “No voy descansar hasta que me den lo  que es mío”.
Tina cada vez estaba más asustada, temía que algo peor se le ocurriera a Timoteo. Era muy fuerte y ellas muy pequeñas.
Aquella noche Tina no pudo dormir, camino de un lado a otro de punta a punta recorrió la casa una y otra vez. Al llegar la mañana ella ya tenía un plan para deshacerse de Timoteo .Despertó a las niñas :”Tami, Tati y Tita, arriba ya sé que haremos para que esa bestia no nos moleste más.
Después de esto, todas pusieron patitas a la obra tejieron y tejieron y un gran traje obtuvieron.
Era un traje de araña donde iban a entrar todas, además mama imitaría una voz varonil y rezumbadora.
El momento había llegado Timoteo otra vez golpeaba a su puerta. Todas las arañitas estaban dentro del traje.
¡Oh¡ sorpresa la de Timoteo cuando fue recibido por aquella enorme araña, era más grande y peluda que él, comenzó a sonar la vos y dijo ¿Qué quieres  Timoteo?
Era tanto el asombro de Timoteo que solo quedo estático. Solo escuchó y la araña dijo “No tienes vergüenza? En este hogar hay una familia que trabajo sin descanso para tejer su hogar y ¿Tú que eres tan grande y fuerte no quieres trabajar por el tuyo?! No seas tan haragán ve a tejer tu propia tela y no vuelvas a molestar.  
Timoteo, no salía de su asombro y solo logro dar la vuelta e irse. Nunca más volvieron a verlo.
Las arañitas, salieron del traje e inmediatamente se pusieron a festejar. Saltaban, gritaban, cantaban, estaban eufóricas .La tranquilidad y la felicidad habían vuelto a casa.
Estas arañitas vivieron felices por siempre.                                                 
                                                                                             FIN
                                                                                                                     AUTOR: NANCY RAMOS.

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